Teñida por una época dividida entre la Unión Soviética y Estados Unidos, Tina Modotti se envolvió de ambas partes para retratar el contexto de los movimientos artísticos que surgían en México teniendo como base ideológica, el comunismo contrastado con el romance que algún día tendría con Edward Weston, un fotógrafo norteamericano, precursor del modernismo en Estados Unidos.
México tuvo un significado multifacético para Tina Modotti porque sería la sede perfecta para iniciar su trayectoria fotográficaEn 1928 conoce al revolucionario comunista cubano Julio Antonio Mella, a quien asesinan en enero de 1929. Modotti estuvo involucrada en las investigaciones policiales, sin embargo, a pesar de las dificultades que tenía, expuso su obra en la Biblioteca Nacional. Al año siguiente, se le se le acusaría de colaborar en un complot que tenía como fin asesinar al presidente Pascual Ortiz Rubio, por ello las autoridades deciden exiliarla del país.
Para los años posteriores, Tina se propone seguir su carrera como fotógrafa en Berlín, Alemania, pero no consigue tener éxito, por lo que toma la decisión de ir a Rusia, en donde participaría apoyando a los republicanos españoles y de los movimientos comunistas del país. Estando en Rusia, se reencuentra con Vittorio Vidali, un italiano con ideología comunista, al que conoció en México años antes de ser expulsada. Con Vidali inicia un nuevo romance, marcado por la tragedia. En 1936, estando en combate en territorio español, Vittorio muere, dejando sola a Tina, quien después de varios años vuelve a México en 1939, ocultando su identidad. Tras su muerte dejó un legado amplio de fotografías que posteriormente serían parte de la Fototeca Nacional de nuestro país y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). |
Assunta Adelaida Luigia Modotti, mejor conocida como Tina Modotti, nace un 16 de agosto de 1896 en Udine, una ciudad italiana no muy grande, que se caracteriza por ser de ideología socialista y tener como potencial económico la industria textil.
Durante su infancia, tuvo que padecer la pobreza que se vivía en Europa, hasta que en 1913 emprendió un viaje hacia Estados Unidos, en donde encontró trabajo en una fábrica textil. Posteriormente a sus 17 años de edad, se casaría con el poeta estadounidense Roubaix de l´Abrie Richey, al que se le conocía como Robo. Para 1920 Tina Modotti incursionó como actriz en Hollywood por un periodo corto de tiempo, conociendo al fotógrafo Edward Weston con el que mantendría una larga e intensa relación amorosa, de la cual Modotti se impregna de su fijación en la fotografía. Tiempo después, en 1922, Tina Modotti conoce México gracias a que a Robo le interesaba averiguar los movimientos artísticos que surgían en el país, como el muralismo. De ese modo conocieron a figuras como Diego Rivera y Frida Kahlo. En ese mismo año, Robo fallece en México, por lo que Tina decide quedarse en el país, trayendo consigo varias fotografías de Weston para exponerlas en la Academia de San Carlos. México tuvo un significado multifacético para Tina Modotti porque sería la sede perfecta para iniciar su trayectoria fotográfica, capturando el escenario posrevolucionario de la época, así como el contexto diverso y auténtico en cada uno de los estados que abarca el país, principalmente la Ciudad de México y Oaxaca. Durante su estancia en el país, se dedica a retratar los frescos, la arquitectura, los murales, las iglesias y las plazas, consiguiendo transmitir sentimientos y sensaciones a partir de planos simples o incluso a través de objetos que, con un poco de luminosidad y sombra, expresarían la soledad, la esperanza o la hermosura. Una vez que se le retiran los cargos que fueron los causantes de su exilio, retoma su labor como fotógrafa durante tres años más, hasta que un infarto le arrebata la vida en la madrugada del 6 de enero de 1942. Tras su muerte dejó un legado amplio de fotografías que posteriormente serían parte de la Fototeca Nacional de nuestro país y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Actualmente, en el estado, el Gobierno de Puebla junto con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Sistema Nacional de Fototecas (SINAFO), invitan a toda la población a visitar el Palacio Municipal, donde se encuentra la exposición dedicada a la fotógrafa y actriz, titulada: Tina Modotti: Porque el fuego no muere, en la que se presenta una serie de fotografías que nos recuerdan nuestras raíces y que nos llaman a presenciar la hermosura de la maternidad y la infancia en tierras mexicanas. Allí Tina Modotti nos invita a convivir con los objetos, las iglesias y la naturaleza a través de su lente. FUENTE Casanova, Rosa y Adriana Kónzevik, Luces sobre México. Catálogo selectivo de Fototeca Nacional. México: CONACULTA-INAH-RM, 2006. |