El survival horror es un género que ha sufrido cambios abismales entre las últimas generaciones. La que albergó a la primera Playstation trajo consigo dos grandes joyas del género: Silent Hill y Resident Evil.
Hablaré de Silent Hill, primer juego de la famosa franquicia desarrollado por Team Silent y distribuido por Konami en 1999. Cuando salió al mercado, se convirtió en competencia directa de Resident Evil. Aunque del mismo género, SH sigue una fórmula muy diferente tanto en jugabilidad como en la manera de aterrorizar al jugador.
La historia gira en torno a Harry Mason y la búsqueda de su hija quien ha escapado de su auto después de haber chocado en la carretera. Tu misión, encontrarla, pero conforme pase el tiempo te darás cuenta de que te has inmerso en una pesadilla de secretos relacionados con tu hija y una secta del pueblo.
Hay que admitir que la jugabilidad no es su fuerte, pues tiene controles medio pesados que tardarás un poco en dominar. Aunque la cámara es fija, no crea problemas al combatir a los monstruos que se encuentran en el camino. Como en todo survival, tendrás armas de fuego y de cuerpo a cuerpo para combatir, además de una linterna que ayuda mucho cuando la oscuridad gobierna al pueblo. En el transcurso conoces dos mundos. El primero, el más tranquilo, donde examinarás los lugares de un pueblo fantasma. El otro, caótico e infernal, donde lucharás contra cantidades muy considerables de monstruos, mientras caminas por lugares rodeados por rejas y manchas grotescas de sangre.
Los monstruos no son tan variados, pero sí originales. Aunque hay que hacer notar el impacto que tuvo para las culturas del mundo, pues en Japón algunos monstruos fueron representaciones de niños gimiendo, pero en occidente estos fueron censurados. Otro aspecto a denotar es la inclusión de jefes clásicos con patrones qué descubrir y así matarlos.
El terror psicológico del juego es realmente maravilloso. Los ángulos de la cámara fija hacen que la perspectiva te cree un tipo de claustrofobia acompañada por la música de Akira Yamaoka, famoso por crear una armonía entre escenario-situación que te hace sentir la muerte… o al menos soltar el control por el miedo.
SH es un juego con acertijos muy bien planeados. Encontrar significados de objetos, buscar su relación, casi como un trabajo detectivesco. Aunque pareciera que la clave del juego está en el combate contra los diversos enemigos, lo que lo hace brillar y en lo personal lo hace deleitable, son estos retos a la mente.
Los finales del juego son muchos, y se pueden sacar por diversas acciones que vayas teniendo durante el juego. Desde el final bueno o malo, hasta finales disparatados como el del OVNI. Silent Hill es de esos títulos que todo jugador gozador del gore y el terror en los videojuegos debe conocer…