Por: Deyanira Ramírez Franco
Ubicado en la Colonia Centro en la calle 9 Norte número 1201-2 se encuentra el primer santuario a la “Santa Muerte” construido en la ciudad de Puebla.
En ese santuario luce la “Niña blanca” de aproximadamente metro y medio de altura dentro de una vitrina de cristal con cientos de flores, globos, billetes, rosarios que le cuelgan de las manos, vestida con una de sus tantas túnicas donadas por sus fieles, A sus pies se extiende una larga fila de licores, chocolates, cigarros, veladoras y ofrendas que han sido otorgadas con cariño, respeto y devoción por parte de sus seguidores, quienes día a día la visitan aquí para agradecerle los milagros y las peticiones concedidas. Don Víctor Miguel Sánchez Zarate, custodio y guardián del santuario de la Santa Muerte, se propuso crear este santuario que comenzó como un pequeño altar para el público en general, en honor al cumplimiento de un milagro que esta le concedió, después de atravesar por una situación económica muy difícil. El santuario lleva ya diez años en la capital poblana y ha sido un lugar aclamado por la gente, los fieles devotos y visitantes que si bien no comparten esta creencia se han detenido en alguna ocasión a observar tan peculiar altar. De acuerdo con don Miguel la principal representación de la muerte para los creyentes “es algo natural, lo que tarde o temprano a todos nos va a pasar, el último suspiro”. Sus principales peticiones son para estar “directamente en paz, unión y comunión con la familia”. Asegura que es muy milagrosa y que la gente no la adora, solo la venera y que a pesar de no ser una figura canonizada como tal, han decidido llamarla “Santa” por los milagros concedidos. Al mismo tiempo hace la aclaración de que la Santa Muerte “no pelea con ninguna religión ni ninguna creencia, ya que ella es un ángel que Dios creo para ayudar y servir a toda la hermandad”. Los rosarios que se le realizan a la “Santa Muerte” son todos los días 15 y 30 de cada mes, a las 5 de la tarde, se inicia con un ritual que se le hace “para pedirle por los negocios, las casas, los trabajos, nexos, gente necesitada en hospitales, cárceles, problemas y situaciones muy difíciles”, todo esto se basa en rezos “de rosarios como a cualquier difuntito, rosarios marianos” y destaca que “no es un acto malévolo, satánico ni diabólico”. Actualmente en la ciudad existe este santuario, al que se han sumado, una iglesia y dos altares que se dedican a venerarla y donde diariamente cientos de personas llegan a agradecerle, pedirle, saludarla y visitarla, todos estos, están ubicados en la colonia Centro. |