Por: Alejandro Mota El pasado 19 de septiembre de 2017 poco más de la 1 de la tarde, un sismo con magnitud de 7.1 con epicentro en el estado de Morelos afectó gravemente los estados de Puebla, CDMX, Morelos y Oaxaca dejando un saldo de 369 muertos y más de 2,000 edificios y viviendas afectadas. Debido a la naturaleza del sismo, en la BUAP los estudiantes y docentes se encontraban en jornadas activas, por lo que las labores se suspendieron indefinidamente para evaluar los edificios y decidir cuales habían sido más dañados, suspensión que duró una semana. La evaluación estuvo a cargo de los Directores Responsables de Obra (DRO) grupo de arquitectos e ingenieros con amplia trayectoria profesional en construcción, quienes cuentan con una acreditación otorgada por el municipio para realizar funciones de supervisión de obra y seguir los reglamentos de construcción y seguridad en los diseños estructurales. Los expertos conformaron brigadas con estudiantes y académicos para inspeccionar todos los espacios de la institución en Ciudad Universitaria, Centro Histórico, Área de la Salud, Complejo Cultural Universitario y complejos regionales. Tras esto, colocaron calcomanías en los edificios para indicar que son espacios seguros. A la inspección se unieron brigadas de las facultades de Ingeniería y Arquitectura, así como de la Secretaría Administrativa y de la Dirección de Infraestructura Educativa. El grupo de los DRO está conformado por académicos y egresados de la BUAP, quienes trabajaron con formatos proporcionados por la Dirección de Protección Civil de Puebla. La información fue revisada por la Dirección de Infraestructura Educativa y posteriormente envió a la Contraloría General, para que hubiera constancia de que los edificios liberados se encuentran en óptimas condiciones. Después de esto vino el reacomodamiento de los alumnos y la recuperación de los espacios estructurales. Los principales afectados fueron los estudiantes de Psicología y Ciencias Sociales pues tuvieron que cambiar de zona y ahora se encuentran en las multiaulas de CU. En las facultades afectadas se han realizado remodelaciones en los edificios que presentaban puntos de inseguridad o daños mínimos. En la facultad de Comunicación se ha realizado desde octubre un cambio en los techos de acrílico que tenían ya más de 5 años, esta remodelación sigue en operación y finalizará en las primeras semanas de diciembre para recibir el ciclo de primavera 2018 con la facultad al 100% de su funcionamiento. Además de repintar y tapar grietas, marcar las áreas de seguridad y puntos de reunión para prevenir accidentes en el siguiente sismo, las instalaciones de la BUAP han recibido un gran apoyo para mejorar el funcionamiento de las mismas y facilitar su uso. Sin embargo a lo largo de este cuatrimestre los estudiantes no hemos visto afectados no sólo por la cantidad de suspensiones que se realizaron, sino también por el cambio en las instalaciones pues debido a las remodelaciones y reconstrucción de las mismas la circulación y el acceso a algunos sitios o edificios se han vuelto complicados. Aun así se debe aplaudir la rápida respuesta que tuvo la BUAP para recuperar sus espacios de trabajo y mantener a la comunidad estudiantil fuera de riesgo y al corriente de sus estudios.