- Por David Hernando Cortez Sandoval
Han pasado casi ya 10 años desde que Marvel Studios, estrenó la cinta Iron Man en cines, y desde el momento de la primera escena post créditos donde Nick Fury le dice a Tony Stark que es parte de un universo más grande pero aún no lo sabe, todos los fanáticos enloquecimos cuando se mencionó por primera vez la palabra Avengers.
Fue un momento de emoción y de intensa expectativa en pensar que algún día, no muy lejano, veríamos a nuestros superhéroes favoritos pelear lado a lado en la pantalla grande contándonos una historia que, hasta esos momentos, sólo era palpable en la fantasía de las novelas gráficas, los cómics y las películas animadas. Esto combinado con el hecho de que muchos de los estudios cinematográficos eran propietarios de los derechos exclusivos de personajes de la franquicia Marvel, lo cual era tremendamente irritante y nada alentador para los fans. Sin embargo nos encontramos a finales del 2017 a la espera de una película que abrirá las puertas de una culminación soñada desde el momento en que vivimos la escena post créditos de la película Avengers.
La tercera entrega del dios del trueno se estrenará este próximo miércoles en las salas de cine, dando comienzo a la fase 3 del universo cinematográfico de Marvel. El proceso para llegar a este punto ha sido emocionante, tardado y lleno de opiniones cruzadas. Desde los humildes inicios de Marvel Studios se tenía una idea bien plantada por parte del director general Kevin Feige de dividir la estructura argumentativa de todas las películas en tres fases, dos de las cuales ya han terminado. Cada una de ellas estuvo acompañada por sus aciertos y fallas dentro del proceso creativo, de distribución y de marketing y por supuesto esto quedó reflejado en la crítica y en la taquilla.
A pesar de todo, nos encontramos al frente de la película que abrirá la fase Infinity. Debemos recordar que todos los elementos están sentados para comenzar el arco argumentativo de la guerra del infinito y Thor Ragnarok tiene la responsabilidad de presentarnos esa pieza final que todos los fans hemos esperado con ansia y morbo: ¿dónde está la Gema del alma?, ¿en los ojos de Heimdal?, ¿en el martillo de Thor? o ¿en algún rincón escondido de la bóveda de Odín?
Dado que las anteriores presentaciones de Thor han sido recibidas por el público con una buena pero modesta aprobación, Marvel Studios ha decidido echar la casa por la ventana con el presupuesto otorgado a esta cinta el cual casi duplica a su anterior presentación "Thor y el mundo oscuro". Además apostó por un reparto con nuevas adquisiciones, destacando la de Kate Blanchet quién dará vida a la Diosa del inframundo asgardiano. Todo esto con el propósito de presentar una historia épica 'que sea digna de ser el prólogo de Avengers Infinity War.
Sin ánimo de dar spoilers de la película, pero con la animosidad y esperanza de que esta sea un verdadero éxito, tenemos ya la sinopsis del film que nos relatará el comienzo del Ragnarok (el Apocalipsis de Asgard) y como El Dios del trueno en compañía de su poco confiable hermano Loki, y la capitana de la legión de las valkirias, y por alguna razón aun no aclarada, Hulk, se enfrentarán a la Diosa de la muerte "Hella". Todo esto sin antes haber pasado por una confrontación física entre Thor y Hulk.
Dos elementos en particular que llaman la atención de los espectadores y los fanáticos de hueso colorado de Marvel es la participación esporádica de Doctor Strange interpretado por Venedik Coverbach y la de Dustin Hoffman como "Odin", el Dios omnipotente del reino de Asgard. Con todos estos ingredientes es difícil no afirmar que esta será una de las entregas más memorables y entrañables que Marvel nos ha regalado hasta ahora.
Sin embargo, no debemos dejar a un lado las diversas fallas que en múltiples ocasiones el estudio ha manifestado en grandes puestas en escena con películas de carácter individual como lo fueron Iron Man 3, the incredible Hulk, y lamentablemente la segunda entrega de "Los Vengadores la Era de Ultron". Cada una de ellas apuesta por muchas de las singularidades que se manifiestan en la tercera cinta de Thor. Un gran presupuesto, una cantidad de personajes desmesurada, con actores de talla internacional y un confrontamiento épico no son una garantía de un éxito en la crítica de los fans como de La Academia, así como tampoco lo es en la recaudación de la taquilla. Eso lo podemos confirmar con el mediocre recibimiento que tubo Batman vs Superman y el desastroso estreno de Suicide Squad en la franquicia DC.
Por último sólo nos queda esperar una historia que haga frente a los desafíos de los estudios Marvel por mantener a una audiencia entretenida y cada vez más exigente dentro de los estándares de las películas basadas en cómics, un modo de creación cinematográfica que se encuentra en su época de oro gracias a las productoras que han decidido optar por lo fácil, en un ambiente hollywoodense que se encuentra claramente en un momento de crisis. Esto lo podemos apreciar constantemente en la numerosa cantidad de remakes de películas de los 80 y 90, adaptaciones live action y un sinnúmero de franquicias que han sido recibidas por el público con una mediocre aceptación.
La tercera fase de Marvel por lo tanto ha comenzado ya y la pregunta clave concerniente a Thor Ragnarok es ¿será una cinta digna de ver? o ¿sólo un pretexto para entretener a los aficionados hasta el momento glorioso de mayo de 2018 cuando Infinity War sea liberada en las salas de cine?
Han pasado casi ya 10 años desde que Marvel Studios, estrenó la cinta Iron Man en cines, y desde el momento de la primera escena post créditos donde Nick Fury le dice a Tony Stark que es parte de un universo más grande pero aún no lo sabe, todos los fanáticos enloquecimos cuando se mencionó por primera vez la palabra Avengers.
Fue un momento de emoción y de intensa expectativa en pensar que algún día, no muy lejano, veríamos a nuestros superhéroes favoritos pelear lado a lado en la pantalla grande contándonos una historia que, hasta esos momentos, sólo era palpable en la fantasía de las novelas gráficas, los cómics y las películas animadas. Esto combinado con el hecho de que muchos de los estudios cinematográficos eran propietarios de los derechos exclusivos de personajes de la franquicia Marvel, lo cual era tremendamente irritante y nada alentador para los fans. Sin embargo nos encontramos a finales del 2017 a la espera de una película que abrirá las puertas de una culminación soñada desde el momento en que vivimos la escena post créditos de la película Avengers.
La tercera entrega del dios del trueno se estrenará este próximo miércoles en las salas de cine, dando comienzo a la fase 3 del universo cinematográfico de Marvel. El proceso para llegar a este punto ha sido emocionante, tardado y lleno de opiniones cruzadas. Desde los humildes inicios de Marvel Studios se tenía una idea bien plantada por parte del director general Kevin Feige de dividir la estructura argumentativa de todas las películas en tres fases, dos de las cuales ya han terminado. Cada una de ellas estuvo acompañada por sus aciertos y fallas dentro del proceso creativo, de distribución y de marketing y por supuesto esto quedó reflejado en la crítica y en la taquilla.
A pesar de todo, nos encontramos al frente de la película que abrirá la fase Infinity. Debemos recordar que todos los elementos están sentados para comenzar el arco argumentativo de la guerra del infinito y Thor Ragnarok tiene la responsabilidad de presentarnos esa pieza final que todos los fans hemos esperado con ansia y morbo: ¿dónde está la Gema del alma?, ¿en los ojos de Heimdal?, ¿en el martillo de Thor? o ¿en algún rincón escondido de la bóveda de Odín?
Dado que las anteriores presentaciones de Thor han sido recibidas por el público con una buena pero modesta aprobación, Marvel Studios ha decidido echar la casa por la ventana con el presupuesto otorgado a esta cinta el cual casi duplica a su anterior presentación "Thor y el mundo oscuro". Además apostó por un reparto con nuevas adquisiciones, destacando la de Kate Blanchet quién dará vida a la Diosa del inframundo asgardiano. Todo esto con el propósito de presentar una historia épica 'que sea digna de ser el prólogo de Avengers Infinity War.
Sin ánimo de dar spoilers de la película, pero con la animosidad y esperanza de que esta sea un verdadero éxito, tenemos ya la sinopsis del film que nos relatará el comienzo del Ragnarok (el Apocalipsis de Asgard) y como El Dios del trueno en compañía de su poco confiable hermano Loki, y la capitana de la legión de las valkirias, y por alguna razón aun no aclarada, Hulk, se enfrentarán a la Diosa de la muerte "Hella". Todo esto sin antes haber pasado por una confrontación física entre Thor y Hulk.
Dos elementos en particular que llaman la atención de los espectadores y los fanáticos de hueso colorado de Marvel es la participación esporádica de Doctor Strange interpretado por Venedik Coverbach y la de Dustin Hoffman como "Odin", el Dios omnipotente del reino de Asgard. Con todos estos ingredientes es difícil no afirmar que esta será una de las entregas más memorables y entrañables que Marvel nos ha regalado hasta ahora.
Sin embargo, no debemos dejar a un lado las diversas fallas que en múltiples ocasiones el estudio ha manifestado en grandes puestas en escena con películas de carácter individual como lo fueron Iron Man 3, the incredible Hulk, y lamentablemente la segunda entrega de "Los Vengadores la Era de Ultron". Cada una de ellas apuesta por muchas de las singularidades que se manifiestan en la tercera cinta de Thor. Un gran presupuesto, una cantidad de personajes desmesurada, con actores de talla internacional y un confrontamiento épico no son una garantía de un éxito en la crítica de los fans como de La Academia, así como tampoco lo es en la recaudación de la taquilla. Eso lo podemos confirmar con el mediocre recibimiento que tubo Batman vs Superman y el desastroso estreno de Suicide Squad en la franquicia DC.
Por último sólo nos queda esperar una historia que haga frente a los desafíos de los estudios Marvel por mantener a una audiencia entretenida y cada vez más exigente dentro de los estándares de las películas basadas en cómics, un modo de creación cinematográfica que se encuentra en su época de oro gracias a las productoras que han decidido optar por lo fácil, en un ambiente hollywoodense que se encuentra claramente en un momento de crisis. Esto lo podemos apreciar constantemente en la numerosa cantidad de remakes de películas de los 80 y 90, adaptaciones live action y un sinnúmero de franquicias que han sido recibidas por el público con una mediocre aceptación.
La tercera fase de Marvel por lo tanto ha comenzado ya y la pregunta clave concerniente a Thor Ragnarok es ¿será una cinta digna de ver? o ¿sólo un pretexto para entretener a los aficionados hasta el momento glorioso de mayo de 2018 cuando Infinity War sea liberada en las salas de cine?