Por: Jesús Mones
En la zona metropolitana de la ciudad de Puebla (ZMCP) hasta el año 2014 había más de 2 millones de personas de las cuales se estima que al día hacen 3,579,206 de viajes diarios que se distribuyen entre el transporte público, el uso del automovil o la bicicleta, el taxi y otros. Aunque la mayoría de los habitantes de la ZMCP se traslada (ya sea a su casa, trabajo, etcétera) en transporte publico y a pie, más de la mitad de los fondos federales se destinan a infraestructura para el automóvil con un 57% de los $3,731,772,525.00 invertidos. Sólo el 7.1% se invierte en espacios públicos, infraestructura peatonal y ciclista. Es decir, se prioriza al automovilista aunque sólo 33% de los domicilios de la (ZMCP) cuente con automóvil.
Si se invirtieran los números encontaríamos una ciudad más humana, sustentable y equitativa lo cual genera un beneficio para todos y no solo para un sector donde el actor principal es el transeúnte y no el automóvil.
Invertir más en un problema, en este caso el tráfico, no lo reduce, lo que hace es inducir al aumento de congestionamiento por el aumento y oferta de espacios y facilidades para el auto. Bien dicen por ahí… “hacer más vías para reducir la congestión vehicular es como comprar cinturones más grandes para reducir la obesidad”.
Si se invirtieran los números encontaríamos una ciudad más humana, sustentable y equitativa lo cual genera un beneficio para todos y no solo para un sector donde el actor principal es el transeúnte y no el automóvil.
Invertir más en un problema, en este caso el tráfico, no lo reduce, lo que hace es inducir al aumento de congestionamiento por el aumento y oferta de espacios y facilidades para el auto. Bien dicen por ahí… “hacer más vías para reducir la congestión vehicular es como comprar cinturones más grandes para reducir la obesidad”.