JUAN ANATONIO NAVARRO BAHENA
Quizá todos los amantes del rock hemos escuchado palabras negativas de poperos, buchones, o de rockeros ancianos que voltean a ver nuestra escena como una grosería comparando lo que llamamos rock con lo que en sus tiempos se llamó “rock and roll”.
Incluso el mismísimo Carlos Santana en una entrevista mencionó lo poco atractivas y sin sentido que le parecían las bandas actuales.
Pero lo cierto es que como todo fenómeno social, la música también forma parte de este vaivén de expresiones ciclónicas que de alguna forma manifiestan las dificultades e inconformidades que cada generación enfrenta. Si nos enfocamos en lo que antes he dicho, la generación de los 60, usó al rock como un canal de expresión único, y al decir único, en realidad era único. En México, los jóvenes no tenían ningún derecho de expresión, y cualquier tipo de manifestación en masa, era considerado como una verdadera grosería para la autoridad. Incluso el rock, tenía que manifestarse de forma underground. Todo esto, para no sacar a la luz las inconformidades que sus jóvenes emitían en un país arcaico que no sabía cómo reaccionar ante esto.
Es normal que los Dug Dug´s, el Three Souls In My Mind, Peace and Love, Teen Toops, Botellita de Jerez, La Revolución de Emiliano Zapata, entre muchos otros iconos de aquellos días, de alguna forma, reflejan el México de antes.
Quizá todos los amantes del rock hemos escuchado palabras negativas de poperos, buchones, o de rockeros ancianos que voltean a ver nuestra escena como una grosería comparando lo que llamamos rock con lo que en sus tiempos se llamó “rock and roll”.
Incluso el mismísimo Carlos Santana en una entrevista mencionó lo poco atractivas y sin sentido que le parecían las bandas actuales.
Pero lo cierto es que como todo fenómeno social, la música también forma parte de este vaivén de expresiones ciclónicas que de alguna forma manifiestan las dificultades e inconformidades que cada generación enfrenta. Si nos enfocamos en lo que antes he dicho, la generación de los 60, usó al rock como un canal de expresión único, y al decir único, en realidad era único. En México, los jóvenes no tenían ningún derecho de expresión, y cualquier tipo de manifestación en masa, era considerado como una verdadera grosería para la autoridad. Incluso el rock, tenía que manifestarse de forma underground. Todo esto, para no sacar a la luz las inconformidades que sus jóvenes emitían en un país arcaico que no sabía cómo reaccionar ante esto.
Es normal que los Dug Dug´s, el Three Souls In My Mind, Peace and Love, Teen Toops, Botellita de Jerez, La Revolución de Emiliano Zapata, entre muchos otros iconos de aquellos días, de alguna forma, reflejan el México de antes.
(Me gustaría hacer un paréntesis antes de seguir, para aclarar que cuando mencionó al “México de antes”, no me refiero desde una perspectiva política, porque la verdad es que no ha cambiado tanto en ese aspecto).
En aquellos días, se vivía un cambio no solo en México, sino en todo el mundo, se sentía el intercambio de nuevas ideas, mismas que definitivamente no coincidían con el gobierno en turno. Todo el movimiento musical de aquellos días correspondía al contexto de los jóvenes, a esa locura desatada que sus padres no llegaron a conocer, la aceptación de la sexualidad, las nuevas drogas, y el sexo en muchas de sus versiones. Tuvo que existir un Avándaro y lamentablemente un 2 de octubre del 68, para que quedara claro que las manifestaciones de jóvenes no representan al escenario ideal del gobierno.
También hay que poner en claro que en México nunca lideró el rock and roll. Géneros como la cumbia, la banda norteña, la música ranchera, los boleros y las baladas románticas, se llevaban de por medio al rock, y estos representaban la mayoría de los gustos del público mexicano. Por tanto, los pocos rockeros de aquellos días, radicaban normalmente en la urbe de la entonces Ciudad de México. Todo esto describe la temática de aquel rock, un rock contestatario, censurado, temido, encasillado.
En aquellos días, se vivía un cambio no solo en México, sino en todo el mundo, se sentía el intercambio de nuevas ideas, mismas que definitivamente no coincidían con el gobierno en turno. Todo el movimiento musical de aquellos días correspondía al contexto de los jóvenes, a esa locura desatada que sus padres no llegaron a conocer, la aceptación de la sexualidad, las nuevas drogas, y el sexo en muchas de sus versiones. Tuvo que existir un Avándaro y lamentablemente un 2 de octubre del 68, para que quedara claro que las manifestaciones de jóvenes no representan al escenario ideal del gobierno.
También hay que poner en claro que en México nunca lideró el rock and roll. Géneros como la cumbia, la banda norteña, la música ranchera, los boleros y las baladas románticas, se llevaban de por medio al rock, y estos representaban la mayoría de los gustos del público mexicano. Por tanto, los pocos rockeros de aquellos días, radicaban normalmente en la urbe de la entonces Ciudad de México. Todo esto describe la temática de aquel rock, un rock contestatario, censurado, temido, encasillado.
Aclaró que con esto no me manifiesto en contra de esas épocas, sé de antemano que existieron bandas gloriosas y de mucho apogeo en aquellos años, incluso en este país. Lo real es que en otros países como Estados Unidos o Londres (cuna de este género) no lo encasillaron así, porque en aquellos lugares, el rock iba más allá de la protesta, se trataba de una expresión moral y espiritual, una especie de liberación. En bandas como Jefferson Airplane, The Doors, Jimi Hendrix Experience, The Animals, Cream, bluesbreakers, The Beatles, Led Zeppelin, Janis Joplin, The Who, Black Sabbath, entre muchos otros, no tenían como tema protagonista la protesta, también abordaban temas de desamor, depresión, drogas, y sexo. La mayoría de ellos, llevaba una vida distinta, ya que, aunque no se sentían extasiados por su país, tampoco era como que lo odiaran. En cambio bandas como Sexpistols, Ramones, The Saicos, Blasst etc. representan un poco más al rock en México en esas épocas, esto, porque la mayoría de los músicos punk no vivía en las mejores condiciones económicas y sus discursos líricos son similares a las bandas mexicanas antes mencionadas. Prácticamente estas épocas fueron el auge del rock, casi todo el mundo escuchaba a estas bandas (el mundo occidental claro) y obviamente en una gran contribución artística al género, todos querían ser los mejores, y la competencia provocaba buenísimas rolas con buenos conceptos.
Hasta aquí todo perfecto, pero, después llegó muchísima más tecnología, muchas cosas cambiaron a lo largo del tiempo para la industria musical, y como todo fenómeno social y cultural, evolucionó junto con la industria.
Hasta aquí todo perfecto, pero, después llegó muchísima más tecnología, muchas cosas cambiaron a lo largo del tiempo para la industria musical, y como todo fenómeno social y cultural, evolucionó junto con la industria.
Encontrábamos a bandas más experimentales, que jugaban con muchísimos sonidos, pero, que aun así se catalogan como rock y que formaban parte de una nueva generación que había dejado atrás el LCD para darle el paso al crack o a la metanfetamina (aquí la droga no es realmente el punto). Daban a conocer que las épocas de rebeldía y hippismo se quedaban atrás, esto para dar paso a más manifestaciones. Por un lado el gobierno mostró ser más “flexible” y esto nos hacía creer que había ocurrido un cambio, pero lo único que pasó, fue un cambio de estrategias por parte de la silla grande, además de que notaron que se podía hacer dinero de formas bestiales con eventos como Avandaro o Bustok. Para cuando nació mi generación (1990 hasta la actualidad) encontramos discursos difusos, con desenfoque, rodeados de mucha información, (al menos más de la que poseían los jóvenes en los 60 y 70) y con un panorama mediático muchísimo más amplio, con una diversificación cultural y a sabiendas de que existían muchísimos más países allá afuera con otros pensamientos y expresiones artísticas. Es lógico que el rock también se moviera junto con todo esto, y actualmente, aunque inspirados por las bandas de antes, no vivimos el mismo contexto y por tanto la manera de ver la música es diferente.
La pregunta líder aquí es: ¿Sigue llamándose rock? cuando hablamos de rock yo me imagino una guitarra eléctrica o quizá dos, un bajo, una batería y ya está, eso es una banda de rock. Pero la gente y la industria se encarga todo el tiempo de clasificar y mencionar qué es rock y qué no lo es, cayendo en contradicciones y en conflictos musicales innecesarios. Sin mencionar a la cantidad de críticos expertos que les encanta pronunciar la palabra pop y electrónica. Sin duda, solo cada persona sabe o piensa en qué tipo de género se encuentra, lo que está demás son las etiquetas. Y al igual que en otras épocas, aún nos divierte el rock, pienso que eso es lo que verdaderamente importa, y comparto lo que dijo Alex Turner en la entrega de premios MasterCard: “El rock no ha muerto y jamás lo hará”.
La pregunta líder aquí es: ¿Sigue llamándose rock? cuando hablamos de rock yo me imagino una guitarra eléctrica o quizá dos, un bajo, una batería y ya está, eso es una banda de rock. Pero la gente y la industria se encarga todo el tiempo de clasificar y mencionar qué es rock y qué no lo es, cayendo en contradicciones y en conflictos musicales innecesarios. Sin mencionar a la cantidad de críticos expertos que les encanta pronunciar la palabra pop y electrónica. Sin duda, solo cada persona sabe o piensa en qué tipo de género se encuentra, lo que está demás son las etiquetas. Y al igual que en otras épocas, aún nos divierte el rock, pienso que eso es lo que verdaderamente importa, y comparto lo que dijo Alex Turner en la entrega de premios MasterCard: “El rock no ha muerto y jamás lo hará”.