La BUAP se está convirtiendo en "una cárcel intelectual": Anel Hernández
La doctora Anel Hernández Sotelo se pronunció en torno a la supuesta resolución del conflicto en el Colegio de Historia, lugar en el que la BUAP la contrató como profesora investigadora a tiempo completo desde 2016. La toma del edificio ha concluido y las actividades volvieron a ser normales. La propia profesora Hernández estuvo de regreso en su lugar de trabajo para recoger los trabajos de sus alumnos.
La ocupación estudiantil del edificio se dio entre el 3 y el 17 de mayo. El problema surgió el 27 de abril cuando los profesores de la institución fueron invitados a votar contra la recontratación de la citada docente sin que ese punto haya estado anunciado en el orden del día. La víctima no ha recibido hasta ahora una copia del acta de esa junta.
En una grabación circulada por las redes sociales, Hernández Sotelo resumió en una frase lo que siente ahora: "Todo el mundo habla sobre mi, pero nadie habla conmigo". En efecto, entre escritorios y pasillos se sabe que algo pasa, pero todos guardan silencio.
Hernández dijo que ese sería el modus operandi de la BUAP cuando se comenten dichas "tropelías". La práctica se conoce como omertá o ley del silencio. "Acá tenemos otro voto de omertá", dijo la doctora. En los círculos de la mafia, sus integrantes prometen callar sobre los delitos que se comenten a fin de eludir castigos por parte de la organización. Hernández recordó que es una práctica usual en grupos como los Legionarios de Cristo.
"El problema principal es que han incurrido en ilegalidad la academia del Colegio de Historia, la Codima, la secretaría académica, la dirección y así nos podemos ir hacia arriba", analizó.
"Han dicho que a mi me está apoyando un tal Eudoxio (Morales), gente de Morena...", desmintió. Son los rumores, las murmuraciones sin nombre y autor que se usan para descalificar al único que se expresa públicamente.
Más adelante, Hernández dijo: "Aquí ninguna autoridad está hablando del origen del problema, hay un mediador (Abraham Moctezuma) que propone cosas a una asamblea que al final decidió cambiar el pliego petitorio". Por sus palabras, queda sobreentendido que la demanda para que se evalúe y recontrate a la doctora Hernández habría sido abandonada por la asamblea estudiantil.
"El paro es una cosa muy positiva, los estudiantes se conocieron, vieron la fuerza que tienen, se empoderaron, pero por otra parte hace falta muchísima formación política en la universidad. A los académicos y a los estudiantes se nos hace muy difícil bajar la teoría a la práctica y al final poner el cuerpo. Agradezco a los estudiantes todo lo que se ha hecho, pero hay muchas cosas abajo que están mal", expresó.
A los profesores, Hernández les entregó la siguiente frase: "Si permiten que una academia haga lo que hizo conmigo, nos van a echar sin seguir regla alguna. Esto se está convirtiendo en una cárcel intelectual. Por favor, que no se pierda el objetivo que unió por primera vez a tantas generaciones, hay una profesora a la que se quiere echar de manera ilegal".
El contrato por tiempo determinado de Anel Hernández concluye a fin de este mes. La BUAP decide si la recontrata o no, sin embargo, las autoridades de la Facultad de Filosofía y Letras son decisivas al respecto. El 27 de abril le dieron un veredicto negativo. Hernández lleva dos años trabajando allí, solo fue evaluada una vez y obtuvo 21 puntos aprobatorios. La Facultad le ha negado su derecho a volver a ser evaluada, y a carga académica (materias) en verano y otoño de este año con lo cual la deja en situación vulnerable. No es el único caso en la BUAP en la que un grupo burocrático decide echar para atrás un concurso de oposición y por consiguiente, perder una plaza a tiempo completo.
La ocupación estudiantil del edificio se dio entre el 3 y el 17 de mayo. El problema surgió el 27 de abril cuando los profesores de la institución fueron invitados a votar contra la recontratación de la citada docente sin que ese punto haya estado anunciado en el orden del día. La víctima no ha recibido hasta ahora una copia del acta de esa junta.
En una grabación circulada por las redes sociales, Hernández Sotelo resumió en una frase lo que siente ahora: "Todo el mundo habla sobre mi, pero nadie habla conmigo". En efecto, entre escritorios y pasillos se sabe que algo pasa, pero todos guardan silencio.
Hernández dijo que ese sería el modus operandi de la BUAP cuando se comenten dichas "tropelías". La práctica se conoce como omertá o ley del silencio. "Acá tenemos otro voto de omertá", dijo la doctora. En los círculos de la mafia, sus integrantes prometen callar sobre los delitos que se comenten a fin de eludir castigos por parte de la organización. Hernández recordó que es una práctica usual en grupos como los Legionarios de Cristo.
"El problema principal es que han incurrido en ilegalidad la academia del Colegio de Historia, la Codima, la secretaría académica, la dirección y así nos podemos ir hacia arriba", analizó.
"Han dicho que a mi me está apoyando un tal Eudoxio (Morales), gente de Morena...", desmintió. Son los rumores, las murmuraciones sin nombre y autor que se usan para descalificar al único que se expresa públicamente.
Más adelante, Hernández dijo: "Aquí ninguna autoridad está hablando del origen del problema, hay un mediador (Abraham Moctezuma) que propone cosas a una asamblea que al final decidió cambiar el pliego petitorio". Por sus palabras, queda sobreentendido que la demanda para que se evalúe y recontrate a la doctora Hernández habría sido abandonada por la asamblea estudiantil.
"El paro es una cosa muy positiva, los estudiantes se conocieron, vieron la fuerza que tienen, se empoderaron, pero por otra parte hace falta muchísima formación política en la universidad. A los académicos y a los estudiantes se nos hace muy difícil bajar la teoría a la práctica y al final poner el cuerpo. Agradezco a los estudiantes todo lo que se ha hecho, pero hay muchas cosas abajo que están mal", expresó.
A los profesores, Hernández les entregó la siguiente frase: "Si permiten que una academia haga lo que hizo conmigo, nos van a echar sin seguir regla alguna. Esto se está convirtiendo en una cárcel intelectual. Por favor, que no se pierda el objetivo que unió por primera vez a tantas generaciones, hay una profesora a la que se quiere echar de manera ilegal".
El contrato por tiempo determinado de Anel Hernández concluye a fin de este mes. La BUAP decide si la recontrata o no, sin embargo, las autoridades de la Facultad de Filosofía y Letras son decisivas al respecto. El 27 de abril le dieron un veredicto negativo. Hernández lleva dos años trabajando allí, solo fue evaluada una vez y obtuvo 21 puntos aprobatorios. La Facultad le ha negado su derecho a volver a ser evaluada, y a carga académica (materias) en verano y otoño de este año con lo cual la deja en situación vulnerable. No es el único caso en la BUAP en la que un grupo burocrático decide echar para atrás un concurso de oposición y por consiguiente, perder una plaza a tiempo completo.