Godless
rosy burgoa
La nueva serie de Netflix al estilo del Lejano Oeste empieza con fuerza.
Y no, no es otra copia de Westword. La nueva miniserie de siete partes de Netflix empieza su relato en 1884, en Creede, Colorado se desarrolla en silencio a excepción del sonido de una campana en el fondo de un pueblo destrozado por una pandilla, con hombre y mujeres heridos y muertos en el piso. Inmediatamente le sigue una escena de un caballo con un jinete herido y el doctor del pueblo al que despiertan para pedir ayuda.
Después de esto, la serie, dirigida por Scott Frank se mueve en otra dirección. Estamos en La Belle, Nuevo México, donde nos enteramos de quién es el responsable de la matanza y, a partir de ahí, se disparan las armas. Toma un giro y se aligera, se ven escenas largas sobre cazar y amaestrar caballos. La trama nunca es aburrido y siempre hay mucho qué ver (varios de los episodios duran más de una hora).
Jeff Daniels interpreta a Frank Griffin, un brutal forastero legendario, y Jack O’Connell a Roy Goode, un aprendiz que lo traiciona cuando le dispara en el brazo a Griffin y huye con el dinero de una estafa.
Herido después de la traición, Goode busca refugio con una viuda, Alice Fletcher (Michelle Dockery) y saca a la luz su lado gentil y paternal al convivir con el hijo de ella, que es mitad indígena paiute. Mientras tanto Griffin y su pandilla buscan a Goode, lo que da pie a una pelea inevitable.
Scott Frank parece estar interesado en hacer una alegoría moral que responde al título de la serie, la frontera es un lugar caótico en el que no hay Dios que vigile a nadie. Todos han perdido a seres queridos, a manos de la pandilla, en desastres mineros, desastres naturales, enfermedades o partos que salieron mal.
El fotógrafo encargado (Steven Meizler) logra captar los paisajes de manera bella pero no dramática o exagerada. Los personajes se desarrollan de forma rica pero constante, y es necesario establecer mucho antes de la inevitable confrontación entre Griffin y Goode, cuyo período de desarrollo es prolongado para dar peso e importar a otros personajes, entre ellos: a Mary Agnes, de Merrit Wever, otra de La Belle, las viudas, llenas de armas, y su hermano, el sheriff Bill McNairy (Scoot McNairy), que está de los talones de Griffin
La trama puede ser demasiado lenta para algunos, lo que, además del género, puede alejar a los espectadores, pero Godless vale la pena si solo se aprecia por placer estético.
Y no, no es otra copia de Westword. La nueva miniserie de siete partes de Netflix empieza su relato en 1884, en Creede, Colorado se desarrolla en silencio a excepción del sonido de una campana en el fondo de un pueblo destrozado por una pandilla, con hombre y mujeres heridos y muertos en el piso. Inmediatamente le sigue una escena de un caballo con un jinete herido y el doctor del pueblo al que despiertan para pedir ayuda.
Después de esto, la serie, dirigida por Scott Frank se mueve en otra dirección. Estamos en La Belle, Nuevo México, donde nos enteramos de quién es el responsable de la matanza y, a partir de ahí, se disparan las armas. Toma un giro y se aligera, se ven escenas largas sobre cazar y amaestrar caballos. La trama nunca es aburrido y siempre hay mucho qué ver (varios de los episodios duran más de una hora).
Jeff Daniels interpreta a Frank Griffin, un brutal forastero legendario, y Jack O’Connell a Roy Goode, un aprendiz que lo traiciona cuando le dispara en el brazo a Griffin y huye con el dinero de una estafa.
Herido después de la traición, Goode busca refugio con una viuda, Alice Fletcher (Michelle Dockery) y saca a la luz su lado gentil y paternal al convivir con el hijo de ella, que es mitad indígena paiute. Mientras tanto Griffin y su pandilla buscan a Goode, lo que da pie a una pelea inevitable.
Scott Frank parece estar interesado en hacer una alegoría moral que responde al título de la serie, la frontera es un lugar caótico en el que no hay Dios que vigile a nadie. Todos han perdido a seres queridos, a manos de la pandilla, en desastres mineros, desastres naturales, enfermedades o partos que salieron mal.
El fotógrafo encargado (Steven Meizler) logra captar los paisajes de manera bella pero no dramática o exagerada. Los personajes se desarrollan de forma rica pero constante, y es necesario establecer mucho antes de la inevitable confrontación entre Griffin y Goode, cuyo período de desarrollo es prolongado para dar peso e importar a otros personajes, entre ellos: a Mary Agnes, de Merrit Wever, otra de La Belle, las viudas, llenas de armas, y su hermano, el sheriff Bill McNairy (Scoot McNairy), que está de los talones de Griffin
La trama puede ser demasiado lenta para algunos, lo que, además del género, puede alejar a los espectadores, pero Godless vale la pena si solo se aprecia por placer estético.