Carmen y Elena son dos chicas de 24 años que decidieron venir a México a estudiar. Ya han obtenido la licenciatura para impartir clase en educación primaria, y ahora han querido especializarse en lengua inglesa. Llevan en Puebla cuatro meses, pero según ellas, están como si hubiesen venido hace un par de semanas. A continuación, hablarán sobre su experiencia en territorio mexicano.
Carmen eligió México como destino porque, en primer lugar, conoció a mucha gente de intercambio de procedencia mexicana en su universidad, en la UCLM, y ellos le hablaron bastante bien del país y sobre todo de Puebla. Cabe recalcar que su universidad tiene un buen convenio con la BUAP. Además, le llama la atención la cultura que se vive aquí, el patrimonio y la historia del país. Elena ha elegido venir porque, al igual que Carmen, le gusta la cultura y la historia de México. Ella conoció a dos personas mexicanas en un viaje a París con los que estableció contacto, y resulta que eran de Puebla. Ese es un motivo más por el que decidió realizar su intercambio aquí.
Hablando de lo que añoran de su país, ambas coinciden que echan de menos la seguridad de ir por calle sabiendo que no les va a pasar nada. «Aquí es impensable», dice Elena. Opinan que el transporte público está un poco deteriorado y anticuado; en muchas ciudades españoles ya hay aplicaciones para el teléfono móvil que te indica que ruta has de elegir para ir a tu destino, incluso te avisan del tiempo de espera hasta que llegue el autobús la parada en la que te encuentras. La familia y el círculo social también es muy importante para ellas; que como decía Carmen «No es nada fácil separarse de tu entorno durante tanto tiempo». La gastronomía, por otro lado, también la tienen en cuenta. Elena considera que, aunque la comida esté muy buena, no hay tanta variedad como en España, pues todo se basa en maíz o harina preparado de una forma u otra, combinado con carne, con frijoles o con arroz.
Carmen eligió México como destino porque, en primer lugar, conoció a mucha gente de intercambio de procedencia mexicana en su universidad, en la UCLM, y ellos le hablaron bastante bien del país y sobre todo de Puebla. Cabe recalcar que su universidad tiene un buen convenio con la BUAP. Además, le llama la atención la cultura que se vive aquí, el patrimonio y la historia del país. Elena ha elegido venir porque, al igual que Carmen, le gusta la cultura y la historia de México. Ella conoció a dos personas mexicanas en un viaje a París con los que estableció contacto, y resulta que eran de Puebla. Ese es un motivo más por el que decidió realizar su intercambio aquí.
Hablando de lo que añoran de su país, ambas coinciden que echan de menos la seguridad de ir por calle sabiendo que no les va a pasar nada. «Aquí es impensable», dice Elena. Opinan que el transporte público está un poco deteriorado y anticuado; en muchas ciudades españoles ya hay aplicaciones para el teléfono móvil que te indica que ruta has de elegir para ir a tu destino, incluso te avisan del tiempo de espera hasta que llegue el autobús la parada en la que te encuentras. La familia y el círculo social también es muy importante para ellas; que como decía Carmen «No es nada fácil separarse de tu entorno durante tanto tiempo». La gastronomía, por otro lado, también la tienen en cuenta. Elena considera que, aunque la comida esté muy buena, no hay tanta variedad como en España, pues todo se basa en maíz o harina preparado de una forma u otra, combinado con carne, con frijoles o con arroz.
Cuanto a México, ¿qué es lo que más os ha gustado de vivir aquí estos meses?
«Lo que más me ha gustado es que aquí hay todo lo que puedes imaginar. Lo mismo vas a un sitio que es muy verde, inmerso en la naturaleza, con ríos, cascadas impresionantes, como te puedes ir al desierto o a las playas. Hay mucha diversidad de climas y ambientes», ha expuesto Elena. «Como dice Elena, lo que más me llama la atención son los paisajes y lugares para conocer. También su gente, puesto que la mayoría de personas que hemos conocido han sido personas muy amables», ha comentado Carmen. Han recalcado que las personas pueden llegar a ser más cercanas que las que puede haber en España. Enseguida les han abierto las puertas y han hecho amistades con mucha gente.
Como han dicho anteriormente, las dos están de acuerdo que no les gusta la poca seguridad que tiene el país. «Yo en España puedo salir a la calle a las cinco de la madrugada que sé que no me va a pasar nada, aquí, en cambio, tengo que ir acompañada cuando se hace de noche», dice Elena. Además, otra parte negativa es la que explicaba Carmen: «Una de las cosas que me han impactado es el alto grado de interés de algunas personas en conocer a alguien que sea de Europa porque así se van a sentir superiores». Añaden que no hay cultura de seguridad vial, porque primero, el estado de las carreteras es pésimo ya que está lleno de baches, y segundo, las personas no conducen con precaución. «Si condujesen así en España ya les habrían quitado el carné varias veces», dice Elena.
Cuanto al temblor del 19 de septiembre, han asegurado que nunca habían vivido nada igual, por lo que no eran consciente hasta el paso de unas horas, o incluso días. Conforme pasaba el tiempo, se daban cuenta de la magnitud que había tenido el sismo cuando veían las fotografías y vídeos en la televisión y redes sociales de edificios destruidos y personas fallecidas. «En ese mismo instante no sabíamos que estaba pasando, sabíamos que era un temblor, pero pensamos que iba a ser parecido al del 7 de diciembre. No nos alertamos en ningún momento», añade Carmen.
Estuvieron ayudando en uno de los pueblos más afectados tras el sismo del 19 de septiembre, San Antonio Alpanocan, el cual el 90% de las infraestructuras quedaron afectadas, como colegios, la Presidencia Auxiliar o el Templo de San Antonio de Padua. Fueron con un equipo compuesto por algún médico, arquitectos y personas especializadas en otros ámbitos que requerían asistencia. Ahora Carmen ha recaudado dinero desde España y lo va a donar para la compra de materiales y alimentos, en especial, «para aquellas familias que lo vayan a necesitar».
«Lo que más me ha gustado es que aquí hay todo lo que puedes imaginar. Lo mismo vas a un sitio que es muy verde, inmerso en la naturaleza, con ríos, cascadas impresionantes, como te puedes ir al desierto o a las playas. Hay mucha diversidad de climas y ambientes», ha expuesto Elena. «Como dice Elena, lo que más me llama la atención son los paisajes y lugares para conocer. También su gente, puesto que la mayoría de personas que hemos conocido han sido personas muy amables», ha comentado Carmen. Han recalcado que las personas pueden llegar a ser más cercanas que las que puede haber en España. Enseguida les han abierto las puertas y han hecho amistades con mucha gente.
Como han dicho anteriormente, las dos están de acuerdo que no les gusta la poca seguridad que tiene el país. «Yo en España puedo salir a la calle a las cinco de la madrugada que sé que no me va a pasar nada, aquí, en cambio, tengo que ir acompañada cuando se hace de noche», dice Elena. Además, otra parte negativa es la que explicaba Carmen: «Una de las cosas que me han impactado es el alto grado de interés de algunas personas en conocer a alguien que sea de Europa porque así se van a sentir superiores». Añaden que no hay cultura de seguridad vial, porque primero, el estado de las carreteras es pésimo ya que está lleno de baches, y segundo, las personas no conducen con precaución. «Si condujesen así en España ya les habrían quitado el carné varias veces», dice Elena.
Cuanto al temblor del 19 de septiembre, han asegurado que nunca habían vivido nada igual, por lo que no eran consciente hasta el paso de unas horas, o incluso días. Conforme pasaba el tiempo, se daban cuenta de la magnitud que había tenido el sismo cuando veían las fotografías y vídeos en la televisión y redes sociales de edificios destruidos y personas fallecidas. «En ese mismo instante no sabíamos que estaba pasando, sabíamos que era un temblor, pero pensamos que iba a ser parecido al del 7 de diciembre. No nos alertamos en ningún momento», añade Carmen.
Estuvieron ayudando en uno de los pueblos más afectados tras el sismo del 19 de septiembre, San Antonio Alpanocan, el cual el 90% de las infraestructuras quedaron afectadas, como colegios, la Presidencia Auxiliar o el Templo de San Antonio de Padua. Fueron con un equipo compuesto por algún médico, arquitectos y personas especializadas en otros ámbitos que requerían asistencia. Ahora Carmen ha recaudado dinero desde España y lo va a donar para la compra de materiales y alimentos, en especial, «para aquellas familias que lo vayan a necesitar».
Por lo que supongo habréis viajado mucho, ¿Cuáles son los lugares que más os han impactado? Y si tuvieras que elegir uno, ¿con cuál os quedabais?
«Hemos visitado las playas de Oaxaca, la Huasteca Potosina, Acapulco, Tequila, Puerto Vallarta y Guadalajara, Hidalgo, Guanajuato y Veracruz». Elena decía que muchas personas de México ya les habían dicho que habían viajado más que ellos en veinte años. A ella le ha impactado el estado de San Luis Potosí, por sus parajes verdes, llenos de cascadas y de ríos de un tono azul «precioso». Vallarta también le ha gustado por las «maravillosas» playas que tiene comparadas con otras que han visitado. Además, piensa que hay más seguridad al ser una zona más turística.
Carmen está de acuerdo con Elena en la parte de Jalisco, «se notaba que, al haber una mayor economía, todo estaba más cuidado. Guadalajara me impresionó bastante porqué, aunque no tuvimos la oportunidad de visitarla a fondo, tenía pinta de ser super metropolitana, enorme y preciosa». También le gustó mucho Guanajuato, ya que le resultó curioso el cómo se había construido la ciudad en la montaña y lo «bonita y acogedora que es».
¿Tenéis pensado viajar durante diciembre o ya os regresáis?
«Sí, tenemos un viaje planeado para visitar Cancún, Palenque, Chichén Itzá, Tulum y Bacalar el próximo fin de semana, ahora que por fin tenemos vacaciones», ha dicho Elena. «También queremos ir a México D.F. que no hemos tenido la oportunidad de ir por motivos de tiempo, que ¿cómo te vas a volver a España sin visitar la capital? También queremos pasarnos por Xochimilco, que nos han hablado muy bien de allí», argumentaba Carmen.
Para acabar, la impresión grosso modo que Carmen se lleva de México es la de volver: «Siento que es un país que queda mucho por visitar y conocer, y aparte, lo que me gusta mucho es que se sigue manteniendo los parajes que ofrece la naturaleza». Elena, por otro lado, se lleva una impresión muy diferente a la que pensaba que se llevaría, porque de México «se conoce la parte negativa y no tanto la buena. Yo, por ejemplo, al pasar fotografías y el hablarle a mi familia y a mis amigos sobre el país, he notado un cambio en la perspectiva que tienen del mismo, de antes no animarme a venir a México y ahora a querer conocer el país por ellos mismos».
¿Queréis añadir algo para acabar?
Las chicas lo han dejado claro: «Animamos a todo el mundo venir a México y conocerlo desde dentro, independiente de aquello que salga en las noticias o aparezcan en las redes sociales. Es un país muy bonito, en el que en cada viaje que hemos realizado nos hemos dado cuenta. Y no solo recomendamos viajar a México, sino visitar otros países, otras culturas y formas de vida, salir de la zona de confort y descubrir otros lugares, porqué te hace abrir la mente y te hace crecer mucho como persona al valorar cosas que antes no hacías»
«Hemos visitado las playas de Oaxaca, la Huasteca Potosina, Acapulco, Tequila, Puerto Vallarta y Guadalajara, Hidalgo, Guanajuato y Veracruz». Elena decía que muchas personas de México ya les habían dicho que habían viajado más que ellos en veinte años. A ella le ha impactado el estado de San Luis Potosí, por sus parajes verdes, llenos de cascadas y de ríos de un tono azul «precioso». Vallarta también le ha gustado por las «maravillosas» playas que tiene comparadas con otras que han visitado. Además, piensa que hay más seguridad al ser una zona más turística.
Carmen está de acuerdo con Elena en la parte de Jalisco, «se notaba que, al haber una mayor economía, todo estaba más cuidado. Guadalajara me impresionó bastante porqué, aunque no tuvimos la oportunidad de visitarla a fondo, tenía pinta de ser super metropolitana, enorme y preciosa». También le gustó mucho Guanajuato, ya que le resultó curioso el cómo se había construido la ciudad en la montaña y lo «bonita y acogedora que es».
¿Tenéis pensado viajar durante diciembre o ya os regresáis?
«Sí, tenemos un viaje planeado para visitar Cancún, Palenque, Chichén Itzá, Tulum y Bacalar el próximo fin de semana, ahora que por fin tenemos vacaciones», ha dicho Elena. «También queremos ir a México D.F. que no hemos tenido la oportunidad de ir por motivos de tiempo, que ¿cómo te vas a volver a España sin visitar la capital? También queremos pasarnos por Xochimilco, que nos han hablado muy bien de allí», argumentaba Carmen.
Para acabar, la impresión grosso modo que Carmen se lleva de México es la de volver: «Siento que es un país que queda mucho por visitar y conocer, y aparte, lo que me gusta mucho es que se sigue manteniendo los parajes que ofrece la naturaleza». Elena, por otro lado, se lleva una impresión muy diferente a la que pensaba que se llevaría, porque de México «se conoce la parte negativa y no tanto la buena. Yo, por ejemplo, al pasar fotografías y el hablarle a mi familia y a mis amigos sobre el país, he notado un cambio en la perspectiva que tienen del mismo, de antes no animarme a venir a México y ahora a querer conocer el país por ellos mismos».
¿Queréis añadir algo para acabar?
Las chicas lo han dejado claro: «Animamos a todo el mundo venir a México y conocerlo desde dentro, independiente de aquello que salga en las noticias o aparezcan en las redes sociales. Es un país muy bonito, en el que en cada viaje que hemos realizado nos hemos dado cuenta. Y no solo recomendamos viajar a México, sino visitar otros países, otras culturas y formas de vida, salir de la zona de confort y descubrir otros lugares, porqué te hace abrir la mente y te hace crecer mucho como persona al valorar cosas que antes no hacías»