Por Jatziry Velasco
Zacatlán es un pueblo mágico del Estado de Puebla conocido famosamente por su inigualable belleza y su rico cultivo de manzanas, por lo cual es apodado “Zacatlán de las Manzanas”. A pesar de ser uno de los sitios turísticos mas importantes del Estado, pocos conocen esta maravilla natural de la que hablaremos a continuación.
Este bello sitio, llamado el Balcón del Diablo, se encuentra a tan solo minutos de la famosa cascada de San Pedro, cuenta con un mirador natural desde donde se puede apreciar el cañón del Río Zempoala. Este lugar además de contar con un bello atractivo natural también cuenta con una leyenda que distingue a este hermoso lugar. La revista Puebla dos22 la narra de esta manera:
“Cuenta la leyenda que durante el siglo XVI vivió en Zacatlán una mujer extremadamente bella y con una mirada tan seductora que ningún hombre podía resistir a ella. Algunos hombres solían detenerse para mirarla pasar e intentar robarle alguna de sus miradas.
Un grupo de monjes misioneros llegó a la región y quedaron sorprendidos por la inigualable belleza de aquella mujer. Uno de los monjes fue incapaz de resistir a su enigmático encanto y la siguió hasta lo más profundo del bosque.
Las palabras surgieron y se convirtieron en besos y caricias. Caía el atardecer y la pareja estaba a punto de entregarse uno en brazos de otro, cuando el cielo arrojó un extraño relámpago que sacudió la tierra.
Toda la comarca fue testigo de un estrépito demoníaco que recorrió los cerros y abrió la tierra. El bosque quedó convertido en un profundo barranco y atrapando a la pareja en él.
Cuando volvió la calma y buscaron los cuerpos dentro del abismo, lo único que encontraron fue dos extrañas piedras anormales. Y ahí continúan hasta nuestros días, intactas en el mismo lugar. La gente cree que son la pareja que, como castigo a su terrible acción, se convirtieron en esas piedras. Por lo que pasarán la eternidad cerca, pero sin poder llegar a unirse”.
Un grupo de monjes misioneros llegó a la región y quedaron sorprendidos por la inigualable belleza de aquella mujer. Uno de los monjes fue incapaz de resistir a su enigmático encanto y la siguió hasta lo más profundo del bosque.
Las palabras surgieron y se convirtieron en besos y caricias. Caía el atardecer y la pareja estaba a punto de entregarse uno en brazos de otro, cuando el cielo arrojó un extraño relámpago que sacudió la tierra.
Toda la comarca fue testigo de un estrépito demoníaco que recorrió los cerros y abrió la tierra. El bosque quedó convertido en un profundo barranco y atrapando a la pareja en él.
Cuando volvió la calma y buscaron los cuerpos dentro del abismo, lo único que encontraron fue dos extrañas piedras anormales. Y ahí continúan hasta nuestros días, intactas en el mismo lugar. La gente cree que son la pareja que, como castigo a su terrible acción, se convirtieron en esas piedras. Por lo que pasarán la eternidad cerca, pero sin poder llegar a unirse”.
Aparte de esta romántica leyenda, este lugar cuenta con otro bello atractivo, hablamos de un no convencional restaurante construido en 1997 que yace entre la barranca de los Jilgueros, a una altura aproximada de 400 metros: Este lugar se caracteriza por ser un restaurante gourmet que te ofrece pastas y cortes de carne con un toque regional sin igual.
El Balcón del Diablo es el lugar perfecto para visitar junto con familia, amigos o pareja porque en él se crea una mezcla perfecta entre la comida con una vista impresionante y una leyenda de amor sin igual.
Para llegar a este lugar desde el municipio de Zacatlán debes tomar la carretera hacia Chignahuapan y encontrarás tu destino a 300 metros de la estación de bomberos.