Dicen que si te vas al fondo, terminas en Veracruz.
Un día antes de año nuevo, en 2016, fui a visitar a unos familiares que viven en Ciudad Serdán. Esa misma tarde, acompañada de primos y tíos nos fuimos a un pueblo cerca del Tlachichuca en donde se encuentra esta laguna tan peculiar conocida por el nombre de Aljojuca.
Para bajar a la laguna, pasamos un camino, que para mí era un poco peligroso, ya que tenía muchas curvas, pero nada impidió que llegáramos ahí abajo.
Desde abajo todo se veía increíble, el aire podía tocar tu cara, debo aceptar que se sentía frio, pero la paz que generaba el lugar era asombrosa, mis oídos escuchaban el sonido del viento, el olor a pasto mojado, además del relinchar de unos cuantos caballos que se encontraban ahí.
Admirar esta laguna desde arriba es increíble, pero bajar ahí, es una cosa muy diferente. Pareciera que caíste dentro de un enorme hoyo, recorrer alrededor de la laguna te tomaría quizá una hora, pues es una de las lagunas más grandes que he visto.
Muchas de las personas que visitan esta peculiar laguna es justamente por las historias que los pobladores cuentan de ella y por esa espectacular vista que ofrece, ya sea que te encuentres arriba o abajo, no puede faltar una foto en esta apreciable laguna.
Dicen que en esta laguna cayó un meteorito, y que si te metes a nadar no podrías volver a salir de nuevo, ya que en medio de ella hay un remolino que se lleva a todas las personas que se meten a nadar. Otra de las leyendas es que el mismo remolino te avienta a un hoyo que te lleva hasta Veracruz, pero éstas son solo historias que cuenta la gente.