Había escuchado del coaching para negocios, desarrollo personal, entre otras cosas, pero para aprender música, jamás, como toda persona que se encuentra con algo nuevo, me sentía bastante escéptico al principio.
Todo comenzó hace un par de años, cuando estaba curioseando en las redes sociales y me encontré con un anuncio sobre el coaching enfocado a la música, lo cual llamó muchísimo mi atención y decidí darle una oportunidad.
Después de investigar un poco al respecto, decidí aventurarme por conocer cómo es que a través del coaching podría mejorar en la guitarra, cómo es costumbre, uno va a clases de música y prácticamente se aprende a repetir lo que el maestro nos enseña, sin embargo, esto fue una experiencia totalmente distinta.
Una vez que me presenté a la sesión de cortesía en la academia que impartía este servicio, el coach me preguntó ¿qué objetivos tenía con la guitarra?,¿a dónde quería llegar como músico? y ¿por qué había llegado a la academia?, todas esas preguntas sirvieron de preámbulo para acabar con mi escepticismo, ya que desde el primer momento supo como demostrarme que siempre había tenido las respuestas frente a mí, pero no era capaz de verlas.
Sé que en este momento, se estarán preguntando, ¿qué relación tiene el coaching y la música?, pues bien, el coaching es una forma de desarrollar el potencial de las personas en distintas áreas que les interesen y al parecer las artes no están exentas, la función principal de esto, es guiar a los músicos a encontrarse a sí mismos a través de su instrumento, es decir, que sean capaces de crear y no de repetir como tradicionalmente se enseña.
Algo que me sorprendió bastante es que este método garantizaba que después de 3 meses, cualquiera seria capaz de crear sus propias canciones, cualquiera que escuche esto dirá que es algo totalmente inverosímil, puesto que hemos crecido con la idea de que tocar un instrumento es algo difícil y que lleva mucho tiempo. Sin embargo, en la página de la academia existían las evidencias del progreso de los alumnos y efectivamente, a los 3 meses ya estaban creando sus canciones.
Desde luego, después de esa primera sesión dónde superó por mucho mis expectativas, decidí tomar el entrenamiento e increíblemente, al cabo de 3 meses de mucha práctica, prueba y error yo ya podía componer mis canciones, fue ahí cuando me dí cuenta del potencial que tenía el coaching para ayudar a cualquier persona que quiera aprender a tocar un instrumento.