Chignahuapan: la fábrica mundial de esferas y el espacio para relajarse
Chignahuapan es un lugar de la Sierra Norte de Puebla. El significado de su nombre, de origen náhuatl, es “sobre las nueve aguas”.
La mejor vista se obtiene desde el Cerro Colorado, desde donde podrás admirar el valle y las casitas de colores y techos de teja. Las razones principales por las que este rincón poblano merece ser conocido, no radican tanto en su encantador ambiente de casas blancas, ni en el esplendor de sus ocasos, que se pueden contemplar en la distancia. Se trata más bien de sus baños termales y su artesanía típica, enfocada en la elaboración de esferas de Navidad.
En la actualidad Chignahuapan es un pueblo agrícola y sus habitantes se dedican al cultivo de trigo, avena, maíz y haba. El michoacano Rafael Méndez, fundador del primer taller de esferas, transmitió este oficio y en la actualidad, cada año el municipio produce 70 millones de adornos navideños que se distribuyen por todo el territorio nacional.
Se trata de la industria más importante para el municipio por la cual existen cerca de 200 talleres y más de 3,000 artesanos enfocados a la producción de esferas navideñas. Visitar Chignahuapan nos brinda la oportunidad de adquirir esferas de Navidad a los mejores precios posibles. Varios talleres acostumbran trabajar a puertas abiertas para que los turistas y visitantes puedan conocer los detalles de su trabajo.
En los primeros días de noviembre se realiza, a lo largo de una semana, la Feria Nacional del Árbol y la Esfera de Navidad en donde se exhiben los adornos típicos de estas celebraciones y se ofrecen a precios muy accesibles.
En la gastronomía de Chignahuapan se unen los sabores de sus conservas de frutas, de los dulces de jamoncillo, pepita y piñón, de sus jaleas y pan de queso, además de sus tradicionales licores, sobre todo el llamado “catorce tortillas”, preparado con catorce hierbas diferentes.
Las tonalidades de las casas y paisajes, sus aromas, sabores y los sonidos del viento de Chignahuapan llevan la historia de un pueblo lleno de misticismo. Su segunda actividad económica son las aguas termales que contienen hierro, azufre, magnesio, calcio y sodio permitiendo que la piel se exfolie, ésta se siente suave al tacto, pero también ayuda a eliminar gérmenes y virus, mejora la circulación de la sangre, la oxigenación del cuerpo y ayuda a eliminar las toxinas.
Cualquier persona puede ingresar a estas aguas desde el balneario o desde su habitación del hotel. En estas aguas también se puede disfrutar de jacuzzi, tinas de hidromasaje, faciales y masajes en el cuerpo desde el spa, baños de temazcal con agua de hierbas, espacio para la meditación, cancha de tenis, de futbol y otros servicios.
En fines de semana y en temporada alta manejan diferentes actividades como música en vivo durante la cena, baile de salón, por la noche también se prende una fogata para la quema de malvaviscos y se hace una caminata por el bosque.
Este paisaje natural, diversión y esparcimiento han servido para grabar novelas, series de televisión y videos musicales, entre otros; incluso, ha sido sitio de refugio de personalidades del mundo del espectáculo, identidades que se reservó pero que los lugareños recuerdan como al comediante mexicano “Capulina” o del cantante Oscar Cruz (ganador de la voz México). Mas allá de las aguas termales, las hermosas artesanías y esferas también se debe visitar la Basílica de la Inmaculada Concepción, la parroquia de Santiago Apóstol, el kiosco estilo mudéjar y la laguna de Chignahuapan. Chignahuapan no deja de asombrarnos aun con su ritmo cotidiano.