La película número 19 del estudio Pixar no es una carta de amor a México, ni una animación que pretenda rescatar la esencia de un lugar, sino un reto para la misma compañía, para conocer, comprender y, sobre todo, empoderar algo que va mucho más allá de las calaveritas, el cempasúchil y el Día de Muertos, va más allá de la forma de pensar de otra cultura, de otro país, de otras familias, de esos otros.
COCO es la nueva cinta animada de Pixar que tomó la tradición del Día de Muertos de México y le sirvió como tema de película en la que los elementos básicos del folclor colocan en el centro a la familia. Es una producción llena de color al más puro estilo de películas que nos han llegado al corazón como lo fue Toy Story 3.
Coco cuenta la historia de Miguel, un niño de doce años que vive en el pequeño pueblo ficticio de Santa Cecilia (fuertemente inspirado en comunidades michoacanas). cuyo sueño es llegar a ser un gran músico como su ídolo Ernesto de la Cruz (con un parecido impresionante a Pedro Infante; icono de la música mexicana), a pesar de que su familia tiene “prohibido” cualquier contacto con ella. Con la voluntad de demostrar su talento, Miguel inicia un viaje que le llevará a la Tierra de los Muertos tras una serie de eventos encadenados.
En el camino, encuentra al simpático timador Héctor (con la voz de Gael García Bernal), y juntos se embarcan en una extraordinaria travesía para develar la verdadera razón detrás de la historia familiar de Miguel.
Mientras conocemos a su familia, su contexto y sus frustraciones, se te explica cuál es su esencia, para qué sirve el cempasúchil, por qué se ponen los objetos que se colocan en la ofrenda. Más que en el qué se enfoca en el para qué de las cosas.
Más que dirigirse a México, la película le envía una carta de amor de México al resto del mundo para que se vea lo bello que es este país.
La película cuenta con muchas referencias a nuestra cultura: desde las flores de cempasúchil, que abundan en el Mundo de los Muertos, en las tumbas y altares, hasta las icónicas calaveras mexicanas, sin que falte la mismísima Catrina, o los usos que las madres mexicanas le dan a las chanclas, la comida, la llamada familia muégano son algunos de los elementos que dan un mosaico vívido a este altar animado. A este mérito se une la música, un elemento primordial, sobre todo en el tema Recuérdame, que adquiere un fuerte significado emocional.
Al principio pensé que sería una película basada en una tradición mexicana, donde la trama seria una “curiosidad de este país”, mal interpretada similar a lo que pasó con Los Tres Caballeros (Disney 1944), pero afortunadamente los estudios Pixar hicieron muy bien su tarea e investigaron a fondo.
En los primeros 20 días, Coco la película dirigida por Lee Unkrich y Adrian Molina, ya fue vista por más de 17.9 millones de personas y llegó a recaudar 842 millones de pesos, superando el récord establecido por Los Vengadores (2012), cinta que en el verano de 2012 recaudó 827 millones en taquilla.
Se agradece la variedad de personalidades invitadas para el doblaje, además de los ya clásicos star talents, hay participaciones especiales de gente como la escritora Elena Poniatovska, los cantantes Jaime López y Alex Lora, y muchos más. Marco Antonio Solís, tratando de emular a Pedro Infante, no es la mejor opción.
La música juega un papel fundamental en Coco, logrando una buena combinación entre el score del célebre compositor Michael Giacchino, ganador del Oscar por su trabajo en Up (2009) y diversas canciones tanto originales, como mexicanas tradicionales.
La película sigue en cartelera para que cada vez más personas puedan disfrutar de esta historia extraordinaria.
Si algo deja en claro Coco, el más reciente filme de Disney-Pixar, es que es necesario honrar y darle el lugar que se merecen nuestros muertos. Eso es justo por lo que Coco se hace cercana y humana. Nos recuerda que es necesario perpetuar las tradiciones del Día de Muertos y no olvidarlos, muchos de los cuales contribuyeron a que ahora estemos aquí. Esto último se sustenta con una de las escenas finales del filme —en la que curiosamente todos los que la ven, lloran— debido a que la abuelita Coco y su nieto Miguel protagonista de la historia, consolidan su unión al recordar a sus muertos.
Recomendable para toda la familia.
COCO es la nueva cinta animada de Pixar que tomó la tradición del Día de Muertos de México y le sirvió como tema de película en la que los elementos básicos del folclor colocan en el centro a la familia. Es una producción llena de color al más puro estilo de películas que nos han llegado al corazón como lo fue Toy Story 3.
Coco cuenta la historia de Miguel, un niño de doce años que vive en el pequeño pueblo ficticio de Santa Cecilia (fuertemente inspirado en comunidades michoacanas). cuyo sueño es llegar a ser un gran músico como su ídolo Ernesto de la Cruz (con un parecido impresionante a Pedro Infante; icono de la música mexicana), a pesar de que su familia tiene “prohibido” cualquier contacto con ella. Con la voluntad de demostrar su talento, Miguel inicia un viaje que le llevará a la Tierra de los Muertos tras una serie de eventos encadenados.
En el camino, encuentra al simpático timador Héctor (con la voz de Gael García Bernal), y juntos se embarcan en una extraordinaria travesía para develar la verdadera razón detrás de la historia familiar de Miguel.
Mientras conocemos a su familia, su contexto y sus frustraciones, se te explica cuál es su esencia, para qué sirve el cempasúchil, por qué se ponen los objetos que se colocan en la ofrenda. Más que en el qué se enfoca en el para qué de las cosas.
Más que dirigirse a México, la película le envía una carta de amor de México al resto del mundo para que se vea lo bello que es este país.
La película cuenta con muchas referencias a nuestra cultura: desde las flores de cempasúchil, que abundan en el Mundo de los Muertos, en las tumbas y altares, hasta las icónicas calaveras mexicanas, sin que falte la mismísima Catrina, o los usos que las madres mexicanas le dan a las chanclas, la comida, la llamada familia muégano son algunos de los elementos que dan un mosaico vívido a este altar animado. A este mérito se une la música, un elemento primordial, sobre todo en el tema Recuérdame, que adquiere un fuerte significado emocional.
Al principio pensé que sería una película basada en una tradición mexicana, donde la trama seria una “curiosidad de este país”, mal interpretada similar a lo que pasó con Los Tres Caballeros (Disney 1944), pero afortunadamente los estudios Pixar hicieron muy bien su tarea e investigaron a fondo.
En los primeros 20 días, Coco la película dirigida por Lee Unkrich y Adrian Molina, ya fue vista por más de 17.9 millones de personas y llegó a recaudar 842 millones de pesos, superando el récord establecido por Los Vengadores (2012), cinta que en el verano de 2012 recaudó 827 millones en taquilla.
Se agradece la variedad de personalidades invitadas para el doblaje, además de los ya clásicos star talents, hay participaciones especiales de gente como la escritora Elena Poniatovska, los cantantes Jaime López y Alex Lora, y muchos más. Marco Antonio Solís, tratando de emular a Pedro Infante, no es la mejor opción.
La música juega un papel fundamental en Coco, logrando una buena combinación entre el score del célebre compositor Michael Giacchino, ganador del Oscar por su trabajo en Up (2009) y diversas canciones tanto originales, como mexicanas tradicionales.
La película sigue en cartelera para que cada vez más personas puedan disfrutar de esta historia extraordinaria.
Si algo deja en claro Coco, el más reciente filme de Disney-Pixar, es que es necesario honrar y darle el lugar que se merecen nuestros muertos. Eso es justo por lo que Coco se hace cercana y humana. Nos recuerda que es necesario perpetuar las tradiciones del Día de Muertos y no olvidarlos, muchos de los cuales contribuyeron a que ahora estemos aquí. Esto último se sustenta con una de las escenas finales del filme —en la que curiosamente todos los que la ven, lloran— debido a que la abuelita Coco y su nieto Miguel protagonista de la historia, consolidan su unión al recordar a sus muertos.
Recomendable para toda la familia.