"No soy la cabeza de este movimiento"
La doctora Anel Hernández Sotelo convocó este domingo 13 de mayo a una rueda de prensa en un café del centro de la ciudad de Puebla. En ella lo contó todo durante una hora y media, y aclaró que la toma del edificio del Colegio de Historia es una decisión de los estudiantes. Aclaró que ella no es la cabeza de dicho movimiento.
Hernández es profesora de tiempo completo de la BUAP desde 2016. Su permanencia está en riesgo desde el viernes 27 de abril cuando diez de sus colegas de la academia de Historia votaron por su no recontratación. El contrato de la profesora, evaluada con un elevado 9.6 por los estudiantes, concluye el 31 de este mes. La BUAP podría no recontratarla basada en la sentencia de sus colegas.
Anel Hernández es licenciada en Historia de la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Tiene una maestría y un doctorado en Humanidades por la Universidad Carlos III de España (estuvo becada 5 años en Madrid por el CONACYT). En Puebla, ha estado a cargo de las materias y los programas de "Mundo Antiguo", "Historia General de América I y II", y de "México: de la independencia al Porfiriato". Sorpresivamente, este abril de 2018 sus colegas decidieron que no tiene el perfil requerido para el Colegio de Historia. Sin embargo toda su producción académica es sobre historia. Cuando ella ganó la plaza hace dos años, nadie dijo nada parecido.
Este 27 de abril, sin que esté planteado en el orden del día, la academia de Historia, formada por los profesores, votó sobre su permanencia. El acta de dicha junta se mantiene en reserva a pesar de que la parte afectada ha pedido leerla para poder presentar su inconformidad. "No la pude leer y tampoco la pude firmar. La maestra Carmen Labastida me la arrebató de las manos cuando yo le pedí una copia fotostática. Fue cuando salió corriendo hacia la dirección", asegura la afectada.
"Esto ya devino en una cuestión política, temo por mi seguridad, hemos estado recibiendo amenazas", advirtió la docente ante un público formado por periodistas, estudiantes, profesores y algunos curiosos que paseaban a esa hora por los portales del Zócalo.
En la rueda de prensa, Hernández hizo graves denuncias. Afirmó por ejemplo que en el lugar donde trabaja desde 2016 "todas las plazas se ganan a partir del compadrazgo, del clientelismo, del dedazo, a partir de la buena onda o a partir de que yo tengo amigos en Rectoría. Así funciona esto. Entonces los profesores van haciendo concesiones". Aseguró que ella no quiso formar parte de ninguno de los dos grupos que se disputan la toma de decisiones. "Me mantuve neutral, recibí línea del profesor Marco Velasquez que está en Roma y yo dije, yo no voy a entrar a eso. Yo vine a trabajar y quiero que evalúen mi trabajo", sostuvo.
En su primera evaluación curricular anual, Hernández consiguió 21 puntos, por encima de los 13 necesarios. En el segundo año no fue evaluada a pesar de que otros colegas entregaron sus evidencias el 16 de abril. Ella cree que se trata de un acto deliberado mientras llega la fecha en la que su contrato fenezca.
"Estoy peleando por que me den el acta de esa reunión del 27 de abril y que me evalúen. Ellos saben que académicamente no me pueden echar", puntualizó.
También denunció que "por dedazo y votación, el ex director de la Facultad de Comunicación está dando clases en Historia" y que varios profesores nuevos no van a dar clases, porque dicen que están haciendo su tesis de doctorado".
"No le debo nada a nadie, gané mi lugar por concurso de oposición, por eso soy incómoda", expresó. Según Hernández, es la segunda persona que entra por concurso de oposición al Colegio de Historia desde hace 30 años. Recordó que ganar un concurso así "no es nada más meter papeles", sino presentar un proyecto de investigación, hacer una crítica al plan de estudios y dar una clase.
"Aquí cada quien hace lo que quiere, y cuando alguien llega a un coto de poder, la ley es esa persona", analizó recordando que si bien los estudiantes se equivocaron al hacer el trámite para apartar el aula magna para realizar un homenaje a los desaparecidos de Ayotzinapa, luego las autoridades aprovecharon ese error para advertirles que no debían realizar actos como esos. A la hora en que estaba programado el acto, es decir, de 11 de la mañana a 2 de la tarde, no hubo ningún evento en el aula magna. Hernández estaba como tutora de los estudiantes que organizan su encuentro interno.
El Colegio de Historia se mantiene tomado por los estudiantes desde el pasado 3 de mayo. La medida no se levanta a la espera de una solución que en este momento está en manos de la Abogada General de la BUAP.
Hernández es profesora de tiempo completo de la BUAP desde 2016. Su permanencia está en riesgo desde el viernes 27 de abril cuando diez de sus colegas de la academia de Historia votaron por su no recontratación. El contrato de la profesora, evaluada con un elevado 9.6 por los estudiantes, concluye el 31 de este mes. La BUAP podría no recontratarla basada en la sentencia de sus colegas.
Anel Hernández es licenciada en Historia de la Escuela Nacional de Antropología e Historia. Tiene una maestría y un doctorado en Humanidades por la Universidad Carlos III de España (estuvo becada 5 años en Madrid por el CONACYT). En Puebla, ha estado a cargo de las materias y los programas de "Mundo Antiguo", "Historia General de América I y II", y de "México: de la independencia al Porfiriato". Sorpresivamente, este abril de 2018 sus colegas decidieron que no tiene el perfil requerido para el Colegio de Historia. Sin embargo toda su producción académica es sobre historia. Cuando ella ganó la plaza hace dos años, nadie dijo nada parecido.
Este 27 de abril, sin que esté planteado en el orden del día, la academia de Historia, formada por los profesores, votó sobre su permanencia. El acta de dicha junta se mantiene en reserva a pesar de que la parte afectada ha pedido leerla para poder presentar su inconformidad. "No la pude leer y tampoco la pude firmar. La maestra Carmen Labastida me la arrebató de las manos cuando yo le pedí una copia fotostática. Fue cuando salió corriendo hacia la dirección", asegura la afectada.
"Esto ya devino en una cuestión política, temo por mi seguridad, hemos estado recibiendo amenazas", advirtió la docente ante un público formado por periodistas, estudiantes, profesores y algunos curiosos que paseaban a esa hora por los portales del Zócalo.
En la rueda de prensa, Hernández hizo graves denuncias. Afirmó por ejemplo que en el lugar donde trabaja desde 2016 "todas las plazas se ganan a partir del compadrazgo, del clientelismo, del dedazo, a partir de la buena onda o a partir de que yo tengo amigos en Rectoría. Así funciona esto. Entonces los profesores van haciendo concesiones". Aseguró que ella no quiso formar parte de ninguno de los dos grupos que se disputan la toma de decisiones. "Me mantuve neutral, recibí línea del profesor Marco Velasquez que está en Roma y yo dije, yo no voy a entrar a eso. Yo vine a trabajar y quiero que evalúen mi trabajo", sostuvo.
En su primera evaluación curricular anual, Hernández consiguió 21 puntos, por encima de los 13 necesarios. En el segundo año no fue evaluada a pesar de que otros colegas entregaron sus evidencias el 16 de abril. Ella cree que se trata de un acto deliberado mientras llega la fecha en la que su contrato fenezca.
"Estoy peleando por que me den el acta de esa reunión del 27 de abril y que me evalúen. Ellos saben que académicamente no me pueden echar", puntualizó.
También denunció que "por dedazo y votación, el ex director de la Facultad de Comunicación está dando clases en Historia" y que varios profesores nuevos no van a dar clases, porque dicen que están haciendo su tesis de doctorado".
"No le debo nada a nadie, gané mi lugar por concurso de oposición, por eso soy incómoda", expresó. Según Hernández, es la segunda persona que entra por concurso de oposición al Colegio de Historia desde hace 30 años. Recordó que ganar un concurso así "no es nada más meter papeles", sino presentar un proyecto de investigación, hacer una crítica al plan de estudios y dar una clase.
"Aquí cada quien hace lo que quiere, y cuando alguien llega a un coto de poder, la ley es esa persona", analizó recordando que si bien los estudiantes se equivocaron al hacer el trámite para apartar el aula magna para realizar un homenaje a los desaparecidos de Ayotzinapa, luego las autoridades aprovecharon ese error para advertirles que no debían realizar actos como esos. A la hora en que estaba programado el acto, es decir, de 11 de la mañana a 2 de la tarde, no hubo ningún evento en el aula magna. Hernández estaba como tutora de los estudiantes que organizan su encuentro interno.
El Colegio de Historia se mantiene tomado por los estudiantes desde el pasado 3 de mayo. La medida no se levanta a la espera de una solución que en este momento está en manos de la Abogada General de la BUAP.